Lima, esperanza que florece sobre gris.

Lima es un destino culinario, y desde hace unos años se ha convertido en lugar de moda, visitado desde los más diversos paises en busca de la tan comentada gastronomía peruana. Su crecimiento responde a una estrategia y gran esfuerzo liderado por un colectivo de cocineros que crece en generaciones. En Lima, el poder de la cocina es tan claro que ha cambiado la economía y el autoestima de sus habitantes.

Y aún así no todos sus habitantes pueden sentarse en su mesa. Hay muchos que quedan fuera de esta ola de éxito, y las relaciones con el interior del país y sus productores crecen en complejidad respecto a la distribución de recursos y a su sostenibilidad. Así, cuando hablamos del éxito de la cocina peruana, debemos reconocer que el trabajo real apenas ha comenzado.

Por ello creemos que el Refettorio es clave para Lima. Así como una ola de creatividad y reconomiento creció desde nuestras costas, una ola que lleva un nuevo entendimiento sobre nuestra vocación de servicio y nuestra responsabilidad desde la cocina puede llegar a todo el país y toda Latinoamérica. Somos una comunidad resiliente, y además de resistir podremos aprender de la crisis que vivimos. Esta es la historia que queremos contar.

Buscamos construir un sistema alimenticio que permita que todos nos sentemos en la mesa de la cocina peruana. Esa es la energía que mueve la esperanza en medio de nuestro cielo gris.