Imagina lo que sientes al pasar una o dos horas en tu restaurante favorito. Ahora imagina esas horas cuando además llegan después de una muy mala semanas, de una temporada terrible, o simplemente después de un mal día en trabajo. ¿Puedes imaginarlo? Lo único que queremos entonces es un lugar relajado, con olor a comida deliciosa, con buena música, con gente riendo. Al pasar una horas en este ambiente, ¿cómo nos sentimos? Esto es lo que buscamos con Refettorio.
Nuestro objetivo es regresar al acto esencial de restaurar a través de la comida y la belleza. A lo largo de la historia, los refettorios o refectorios eran las áreas de alimentación en los monasterios, alimentación para el alma y para el cuerpo. Nuestra misión es recrear este mismo cuidado para liberar el potencial que existe en los más vulnerables. Es un gran intercambio de amor y humanidad.
Como cocineros, con mucha suerte, talento y consciencia, sentimos que es nuestro deber ir más allá de nuestras cocinas, responder al sentido de la responsabilidad e impulsar una cultura de cambio sobre la forma en que nos relacionamos con la comida, confiando en el poder de la comida para crear cambio. El Refettorio no sólo es el lugar para alimentar a personas vulnerables, es el lugar en el que reconstruimos el valor de la dignidad, para nuestra casa y para la sociedad.
Hacemos correr la voz y hacemos brillar la luz en los chefs, voluntarios, invitados, artistas, proveedores y otras personas que han estado involucradas en Refettorio Lima. Aprende más sobre la comunidad que estamos construyendo juntos.